"No podemos conducir por ti"
eslogan de la DGT
Esto va a ser un tostón.
Si has llegado aquí por casualidad,
quizá prefieras leer algo sobre ninjas.
Ándele.
El tema viene de lejos. De muy lejos, para ser exactos.
Para aquellos que padecerán atrofias musculares en su dedo índice derecho por no seguir los links que pongo, que sepan que es una carta al Sr. Bilbeny que, rebuscando en la fantástica hemeroteca digital de la Vanguardia, he considerado oportuno rescatar para la ocasión. La Vanguardia, por si no estaban al corriente, es un diario monárquico y católico ideal para los ateos republicanos. Paradojas de la prensa escrita. Igualmente, debo indicar que el Sr. Bilbeny es pintor abstracto y ca-te-drá-ti-co de é-ti-ca en la UB. Como mínimo una de las dos cosas merece un respeto.
Quería yo dejar bien clarito que me molesta mogollón toda la movida de la sacada de pasta del tema del carné de conducir. Dicho de otra forma, me ofende en demasía el sistema creado para otorgar carnés al azar, penalizar al estudioso y beneficiar al suertudo. En cualquier momento regresamos a la cultura goliarda y montamos La Tuna de la Prefectura. Creo que entre los exámenes médicos de verdura, las tasas y demás, la obtención del carné de conducir es un gargantuesco fraude organizado por la administración pública. Luego querrán que la gente no se mate, cuando la están muriendo ellos (juego de palabras en castellano intraducible al castellano). Y blablablá. En seguida dejo de ponerme pesado y pasamos a la parte que más os gusta.
Pero antes de nada, voy a hacer un listado de frases que no quiero oír nunca más.
- Hay que hacer muchos tests: señores, señoría, el único objetivo de hacer tests es hacer tests. A lo mucho, los tests sirven para poco más que para alegrar sórdidas entradas en blogs marginales. Luego hablamos.
- Hay que usar la lógica: demostraremos en la presente exposición que la Lógica no tiene nada que ver en el tema que nos atañe. Como principal premisa, diremos que un examen se ha de diseñar para que lo apruebe quien sabe el temario y es capaz de razonar las respuestas correctas; y no todo lo contrario.
- No hay que usar la lógica: también demostraremos como los principios de la mecánica cuántica pueden aplicarse a la teórica de conducción. La no-lógica tampoco tiene cabida. La DGT ha creado una anomalía en el despacio-tiempo donde la materia y la antimateria conviven, igual que la Lógica y la no-Lógica. Creo que debería hablar de Orwell y su 1984 para desarrollar este punto, así que mejor lo dejo así tal cual.
- Los tests están desactualizados: los tests son de agosto de 2009. Los recientes cambios de normativa del 25 de mayo de 2010 sólo alteran la taxonomía de las infracciones, no el Código propiamente dicho.
El 105% de la población no entiende de estadística. Mientras tanto, tres de cada tres conductores encuestados coinciden en que lo aprendido en la teórica no sirve de nada, no se usa nunca y no se recuerda. Normal. Como todo en este país, normal. Si es que la normalidad es lo más normal del mundo.
Aquí tenemos, señores del jurado, un típico caso de la-DGT-me-quiere-matar.
Todos ustedes deberían marcar la opción 'a'. El coche azul tiene una señal de prioridad.
Ahora veámoslo desde el punto de vista del pobre infeliz del coche rojo:
Todos ustedes, si no les ha explotado la cabeza antes, deberían marcar la 'b', por aquello de venir por la derecha (¿esta era fácil, eh?)
Señores del jurado. ¿Qué ha ocurrido? El coche rojo carece de poderes telepáticos, de la misma manera que no posee rayos X en los ojos para saber qué señal tiene el coche azul (podría ser un simple precaución:intersección). Ninguna señal le indica lo contrario (¿vieron algún ceda o stop o algo de lo que sea?). Conclusión:
Accidente. ¿Cómo es posible?
Pues es posible porque los tests también están realizados al azar. Pese a que carecemos de datos recientes, hemos encontrado en el archivo la siguiente imagen:
Funcionario de la DGT circa 1960
Lo importante es que uno va a hacer el examen y si aprueba, campeón. El aprobado dejará de engrosar la lista de gente que despotrica del sistema en su blog. Pero si suspendiese, no hay posibilidad ya no de rebatir, sino de saber en qué se falló. Ello da pie a que haya conductores que pasen a la práctica con tres fallos.
Por ejemplo, puede saltarme un stop, matar a un herido por no saber primeros auxilios y cargarme el motor al equivocarme de octanaje y pasar a prácticas. Sin embargo, si me sé todo eso pero fallo cuatro preguntas sobre remolques articulables que tienen que hacer cambios de sentido en un día de niebla en una carretera de un sólo sentido pero dos metros de arcén, no paso.
Habrá quien diga que hay diez millones de carnés de conducir sueltos por el territorio nacional.
Calculemos las probabilidades:
En cada test hay, de media, tres preguntas de sí o no, y el resto tienen una respuesta correcta de tres posibles. Para aprobar, hay que hacer 3 fallos o menos. Eso da 1 probabilidad contra 2.259.436.291.848 y descarta la opción de hacer el test estrictamente al azar.
¿Existe entonces una conspiración?
jajajajaja
ResponderEliminarM'has fet riure molt!
Putus test! Ahir vaig fer més de 300 preguntes i sempre hi ha coses que no sé. I total, perquè al cap de 2 mesos ni ho recordis...
Vaig demanar ajuda a mon pare per saber prioritats segons si la terra gira cap a la dreta o cap a l'esquerre o si va fent saltironets... i res... que les va fallar totes! En d'altres em deia directament: No tinc ni idea. I tan ample!
I jo que tinc l'examen d'aquí res... i encara m'he d'empollar quants punts em poden treure si menjo xiclet de maduixa o canto mentre condueixo...
Vaya timu!
grrrrrrrr
Raquel
Insisto: ¿y luego se preguntan por qué me daba tanta pereza intentar sacarme el jodido carnet?
ResponderEliminarPor cierto, la teoría de la necesidad de la gratuidad, o en su defecto una reducción, del coste debiera ser motivo de creación de una ONG.