jueves, 17 de junio de 2010

M A D



Leí ayer en La Vanguardia que el PP de Barcelona, referente al tema del burka, proclama la consigna "ni burka ni nudismo". La Vanguardia es un medio respetable, católico y monárquico, donde uno puede leer a Quim Monzó e ignorar a Pilar Rahola (por ejemplo). Por otro lado, el PP es...bueno, el PP estaría prohibido en Alemania. En cualquier caso, eso de "ni burka ni nudismo" me ha parecido tan cercano a lo de los ciclistas de Goebbels que no sé si manifestarme en pelotas o con pasamontañas. De hecho, cabe la posibilidad de que un manifestante desnudo y con pasamontañas provoque un error de redundancia cíclica en el Sistema, cuya paradoja nos abocaría a la III Guerra Mundial.

Ahí quería yo llegar.

Resulta que uno se pirra por las épocas históricas más, más, más... históricas. 
Podrían ser las guerras púnicas, la talasocrática Creta y las cuatro primeras cruzadas -recordad que la cuarta empieza en tragedia y acaba en chiste, al revés que este artículo- y cualquier otra. Aun así, no me considero de los peores. Mi experiencia me dice que por poco que os esforcéis siempre encontraréis a un forofillo de la Historia chiflado por la colonización de Groenlandia -con su tumba vikinga en Canadá- o algo todavía más histórico.

Inciso: si un samurái mata diez ninjas, y cada ninja mata a diez samuráis ¿quién demonios cultiva el arroz en el Japón feudal?

Me saltaré la ristra de ejemplos para deciros que ahora me ha dado por la Guerra Fría. La culpa la tiene el Arsenal of Democracy, un jueguito sesudo y sobredocumentado al que le dedico un rato de tanto en cuanto y, como no, Samantha Smith.

Aquellos de vosotros que estuvisteis zorrunos en aquel post sobre Zeitgeist os acordaréis que en la tanda de respuestas terminaba con un apunte sobre una niña y su hámster. Bien, al final no existió tal hámster, ni tampoco el reno Rudolf, pero sí existió esa niña, que tenía un perro, y a ella va este artículo. Samantha Smith es a la guerra fría lo que Julia Hill a las secuoyas, para que os hagáis una idea.

Os cuento el cuento. Samantita vivía preocupada, allá en 1982, por dos cosas. Una, que hicieran zumo del Naranjito (ésta me la he inventado, jo, qué gracioso). La otra, que la URSS invadiese los EEUU y de paso el mundo entero. Casi nada, y eso con diez años.

En aquella época, lo que estaba en boga era la doctrina MAD (Destrucción Mutua Asegurada). Resumida, viene a ser algo así como defenderse de un ataque nuclear destruyendo el mundo tres veces. Si bien la teoría MAD no tenía en cuenta el hormigón de los apartamentos que regalaba el Un, Dos, Tres en Torrevieja, recordad que más de uno se la tomó tan en serio que llegó a construirse un búnquer en su jardín. La Trinca le dedicó a la MAD una de las mejores canciones de su discografía y en Cuba ya lo tenían todo listo para la fiesta cinco minutos antes de la medianoche.

Bien. Por lo tanto los rusos y los americanos todavía jugaban a ver quién podía liarla más grande, con sus ICBM, sus SSN y un montón más de siglas muy populares en la RFA y en la RDA. Por ahí en medio, Yuri Andropov fue nombrado Secretario General del Partido en la URSS, reemplazando temporalmente al gordinflón, beodo e insomne Brezhnev.

Samantita le preguntó a su madre "mama, mama ¿habrá una guerra?". Y su madre, que era asistenta social, le contestó "espero que no ¿por qué no le envías una carta al nuevo presidente ruso y le preguntas?".

La cosa iba en serio. He aquí la carta. Pongo la original inglesa porque me parece impagable, pero tenéis una traducción al final.

Dear Mr. Andropov, 
My name is Samantha Smith. I am ten years old. Congratulations on your new job. I have been worrying about Russia and the United States getting into a nuclear war. Are you going to vote to have a war or not? If you aren't please tell me how you are going to help to not have a war. This question you do not have to answer, but I would like to know why you want to conquer the world or at least our country. God made the world for us to live together in peace and not to fight.
Sincerely,
"Samantha Smith"

Estimado Sr. Andropov:
Me llamo Samantha Smith. Tengo diez años. Felicidades por su nuevo trabajo. He estado preocupada pensando en la posibilidad de que Rusia y los Estados Unidos se involucren en una guerra nuclear. ¿Votará por la guerra o no? Si no, por favor cuénteme cómo ayudará a evitar una guerra. Esta pregunta no la tiene que responder, pero me gustaría saber por qué quieren conquistar el mundo o al menos nuestro país. Dios hizo el mundo para que viviéramos juntos en paz y no para pelear.
Atentamente, 
Samantha Smith















Tremendo. Fijaos, entre otras cosas, en lo de "your new job" y en la frase findelmundista "Are you going to vote to have a war or not?". El envío de una carta en sí, no pasaría de chorrada mayúscula ¡si no fuera porque tovarisch Andropov le respondió! Y vaya respuesta, señores. Casi cuarenta años de Guerra Fría tambaleándose.








Pese a que sé que este post es largo, os pongo la respuesta en idioma 'Tetris' con su correspondiente traducción en idioma 'Otra de Bravas'.















Дорогая Саманта!
Получил твое письмо, как и многие другие, поступающие ко мне в эти дни из твоей страны, из других стран мира.
Мне кажется — я сужу по письму, — что ты смелая и честная девочка, похожая на Бекки, подружку Тома Сойера из знаменитой книги твоего соотечественника Марка Твена. Эту книгу знают и очень любят в нашей стране все мальчишки и девчонки.
Ты пишешь, что очень обеспокоена, не случится ли ядерная война между двумя нашими странами. И спрашиваешь, делаем ли мы что-нибудь, чтобы не дать вспыхнуть войне.
Твой вопрос — самый главный из тех, что мог бы задать каждый думающий человек. Отвечу тебе на него серьезно и честно.
Да, Саманта, мы в Советском Союзе стараемся делать все для того, чтобы не было войны между нашими странами, чтобы вообще не было войны на земле. Так хочет каждый советский человек. Так учил нас великий основатель нашего государства Владимир Ленин.
Советские люди хорошо знают, какая ужасная и разрушительная вещь война. 42 года тому назад нацистская Германия, которая стремилась к господству надо всем миром, напала на нашу страну, сожгла и разорила многие тысячи наших городов и сел, убила миллионы советских мужчин, женщин и детей.
В той войне, которая закончилась нашей победой, мы были в союзе с Соединенными Штатами, вместе боролись за освобождение от нацистских захватчиков многих народов. Я надеюсь, что ты это знаешь по урокам истории в школе. И сегодня мы очень хотим жить в мире, торговать и сотрудничать со всеми своими соседями по земному шару — и с далекими, и с близкими. И, конечно, с такой великой страной, как Соединенные Штаты Америки.
И у Америки, и у нас есть ядерное оружие — страшное оружие, которое может в один миг убить миллионы людей. Но мы не хотим, чтобы оно когда-либо было пущено в ход. Именно поэтому Советский Союз торжественно, на весь мир объявил, что никогда — никогда! — не применит ядерное оружие первым ни против какой страны. И вообще мы предлагаем прекратить его дальнейшее производство и приступить к уничтожению всех его запасов на земле.
Мне кажется, что это — достаточный ответ на твой второй вопрос: «Почему вы хотите завоевать весь мир или по крайней мере Соединенные Штаты?» Ничего подобного мы не хотим. Никто в нашей стране — ни рабочие и крестьяне, ни писатели и врачи, ни взрослые и дети, ни члены правительства не хотят ни большой, ни «малой» войны.
Мы хотим мира — нам есть чем заняться: выращивать хлеб, строить и изобретать, писать книги и летать в космос. Мы хотим мира для себя и для всех народов планеты. Для своих детей и для тебя, Саманта.
Приглашаю тебя, если пустят родители, приехать к нам, лучше всего — летом. Узнаешь нашу страну, встретишься со сверстниками, побываешь в интернациональном лагере детворы — в Артеке на море. И сама убедишься: в Советском Союзе все — за мир и дружбу между народами.
Спасибо за твоё поздравление. Желаю тебе всего самого хорошего в твоей только что начавшейся жизни.
Ю. Андропов








Estimada Samantha:
Recibí tu carta, que es como tantas otras que me llegaron en este tiempo de tu país y otros países del mundo.
Me parece —lo infiero por tu carta— que eres una niña valiente y honesta, parecida a Becky, la amiga de Tom Sawyer en el famoso libro de tu compatriota Mark Twain. Este libro es muy conocido y querido por todos los niños en nuestro país.
Dices que estás ansiosa por saber si habrá una guerra nuclear entre nuestros países. Preguntas si estamos haciendo algo para evitar la guerra.
Tu pregunta es la más importante de las que se puede hacer cualquier persona inteligente. Te responderé seria y honestamente.
Sí, Samantha, nosotros en la Unión Soviética tratatamos de hacer todo lo posible para que no haya guerras en la Tierra. Esto es lo que quieren todos los soviéticos. Esto es lo que nos enseñó el gran fundador de nuestro Estado, Vladimir Lenin.
El pueblo soviético sabe muy bien cuan terrible es la guerra. Hace cuarenta y dos años, la Alemania nazi, que buscaba dominar el mundo entero, atacó a nuestro país, quemó y destruyó miles de nuestros pueblos y villas, mató a millones de hombres, mujeres y niños soviéticos.
En esa guerra, que terminó con nuestra victoria, fuimos aliados de los Estados Unidos: juntos peleamos por la liberación de mucha gente de los invasores nazis. Supongo que sabrás esto por tus clases de Historia en la escuela. Hoy ansiamos vivir en paz, comerciar y cooperar con nuestros vecinos de esta Tierra —con los cercanos y los lejanos—. Y por supuesto con un gran país como son los Estados Unidos.
En los Estados Unidos y en nuestro país hay armas nucleares —armas terribles que pueden matar millones de personas en un instante—. Pero no queremos que sean jamás usadas. Por eso precisamente es que la Unión Soviética declaró en forma solemne por todo el mundo que nunca —nunca— será la primera en usar armas nucleares contra ningún país. En general nos proponemos discontinuar su producción futura y proceder a la destrucción de todos los arsenales existentes.
Me parece que esta es suficiente respuesta a tu segunda pregunta: "¿Por qué quieren hacerle la guerra al mundo o al menos nuestro país?". No queremos nada parecido. Nadie en nuestro país —ni trabajadores, ni campesinos, ni escritores ni doctores, ni grandes ni chicos, ni miembros del gobierno— quiere una guerra grande o "chiquita".
Queremos la paz —hay cosas que nos mantienen ocupados: sembrar trigo, construir e inventar, escribir libros y volar al espacio—. Queremos la paz para nosotros y para todos los pueblos del planeta. Para nuestros niños y para ti, Samantha.
Te invito, si tus padres te lo permiten, a que vengas a nuestro país; el mejor momento es este verano. Podrás conocer nuestro país, encontrarte con otros de tu edad, visitar un centro internacional de la juventud —"Artek"— a orillas del mar. Y verlo con tus propios ojos: en la Unión Soviética, todos quieren la paz y la amistad de los pueblos.
Gracias por tu carta. Jovencita, te deseo lo mejor.
Y. Andropov






No vale llorar. 






Samantita murió en un trágico accidente de avión tres años más tarde. Pese a que la investigación decretó que las niebla fue la culpable, el asunto salpicó a la CIA y a la KGB.









Yo también os deseo lo mejor.




5 comentarios:

  1. - Perdonad la desastrosa maquetación, pero se ve que a blogspot hoy no le gustan mis ideas -

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  2. Quizá a blogspot no, pero hay a quien sí.

    Gracias por posts tan ilustrativos, aunque quizá el adjetivos sería "tan Pedro".

    Es especialmente interesante el detalle que tus posts parecen en el inicio cuentos chinos (dudaba si eran japoneses, pero como sólo se dedicaban a matarse entre ellos -eso lo hace todo el mundo, no?- y cultivar arroz) que tienen unas largas introducciones plagadas de datos históricos para hacerlos parecer reales.

    Ahora que ya me he perdido, confieso ser lector de La Vanguardia (sí de Monzó, no de Rahola; o quizá,mejor dicho -escrito-, coincido con Monzó, no con Rahola).

    Y ya que la URSS desapareció pero los EUA (el nombre más estúpido y falso de la historia) siguen buscando enemigos, es interesante descubrir estas pequeñas curiosidades.

    Y sí, os incito a hacer una mani en bolas pero con pasamontañas delante de la sede pepera a ver qué opinan ellos de todo esto.

    Me tomaré la licencia de añadir, en este desordenado despropósito, que hubiese sido interesante leer las teorías conspirativas respecto a la desaparción de la susodicha.

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  3. Que Samantita terminara convertida en un instrumento de propaganda por parte de la URSS era tan triste como inevitable. Realmente, la carta de Andropov es bonita de cojones, hipócrita -léase la biografía del susodicho y su papel tanto en los procesos estalinistas como en Crimea- pero bonita. Dudo mucho que la escribiera él, pero me encanta la referencia a Becky. Pero lo mejor para mí es lo que en tu post citas de manera apócrifa -Alarma! Alarma! Crítica constructiva!- La pregunta de la niña fue (más o menos). "Mamá, por qué nadie le dice a este señor que no queremos guerra?" Respuesta de la madre: "Buena pregunta. Por qué no se lo dices tú?"

    Os imagináis esto aplicado a tantas, tantas, cosas? "Porqué nadie, porqué nadie...?" "Y por qué no tú?"

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  4. Jolín, pues sí que es constructivo, sí.

    La conclusión tácita de la doctrina MAD era que los rusos eran unos muertos de hambre y los americanos habían hipotecado (aún lo hacen) su ciclo económico a la producción armamentística. Ciñiéndonos a este punto, ambas cartas tienen un gran valor.

    Sobre el romanticismo que aún rodea al régimen comunista, hablaremos en el post sobre Matías Rust, que espero (ojalá) que tenga algo más de orden y concierto, más C3i.

    Antes de que vayáis a saquear a Google, C3i es la doctrina bélica en vigor hoy en día, cuando las herederas de MAD (como la Iniciativa de Defensa Estratégica, SDI) han quedado en desuso.

    ¡Vuestros comentarios me animan a escribir!

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  5. Quizá existe y perdurá mucho tiempo eso que llamáis "romanticismo que rodea al régimen comunista", tal vez por lo que pudo haber sido.

    Como bien han comentado, la moraleja sería que dejar para otros que nos resuelvan las dudas, ya no hablemos que nos saquen las castañas del fuego, no suele ser la mejor idea.

    Por otro lado es curioso como siempre todos vemos al (supuesto) enemigo como el único que pretende acabar con nosotros cuando estamos haciendo lo mismo. ¿Cuál hubiera sido la respuesta del presidente de los USA?

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