martes, 26 de octubre de 2010

La hoguera de las palabras

Parece ser que al final se salvaron de la quema orquestada por el cura y el barbero sólo dos libros: Tirante el Blanco y Amadís de Gaula. Aparte de poder ser una pregunta de trivial, nos sirve para introducir el presente articulillo que, espero, sea de su interés.

En un símil casero, propongámonos salvar palabras en vez de libros enteros. Palabras que, tanto por su desuso como significado encierran cierta belleza plástica en su grafía. (¡Estropicio!) Al final del texto les invitaré a dejar en los comentarios aquellas palabras que ustedes crean oportunas.

Debe quedar claro que no se trata de recolectar arcaísmos, sino de ser conscientes de que las lenguas son occamitas y cada vez estamos más cerca de pitufar de mala manera (el tema se introdujo en otro idioma, aquí).

Pese a que aldaba (¡toc toc!) y badajo (tolón tolón) eran las firmes candidatas a encabezar el texto, no he podido resistirme a la estética de andarín, el mensajero a pie, quien nos trae en un morral las grandiosas bicoca, barreno, buhonero y borla. Seguro que hasta los lectores que sufrieron la ESO saben qué quieren decir pero ¿cuándo fue la última vez que se usaron? Póngase deberes y procure no acabar el día sin haber hecho uso de al menos una de ellas.

Troglodita, tan en boga en la edad de oro de Bruguera, llegó a tener su propia reducción a troglo, e incluso su versión de patio de colegio troglopollas. Salvémosla. Guardémosla en un hatillo y vayamos a visitar al huraño diácono de la ermita de San Froilán. En la puerta, cederemos un óbolo al pordiosero del sagrario. Sin embargo, hoy nos prohíbe besar o follar, ya que está celebrando un funeral por el óbito de un transhumante que feneció al mezclar güisqui con vitriolo, leyendo un panegírico ante un orondo feligrés beodo que vio yaks, ñús y tántalos en sus viajes, tal como recogió en un vademécum.

El reo quemó la botella de Mistol y jugó con la consecuente voluta el poco rato previo a su camino al cadalso. Lo de reo merece una atención especial, ya que demuestra que a la hora de ser políticamente correcto lo habitual es añadir sílabas, como si de una muestra de deferencia se tratase. De reo pasamos a preso, recluso y presidiario. En un futuro quizá se hable de carcelelistas y de protosatrapistas, pero eso ya es especular.

Aquel lector atento habrá dádose cuenta de que estamos salpicando el texto con neologismos instantáneos.

Nota de última hora:
Remover quiere decir remover y extraer quiere decir extraer.
Balancear quiere decir balancear y equilibrar quiere decir equilibrar. Gracias.

No busquéis al nimio en la miríada de elementos de la tabla periódica, aunque quizá sí haya un gnomon en el jardín, más o menos junto a la plúmbea cariátide. No digáis que no tiene guasa el pobre ilota ataviado con jirones camino del mingitorio.

Y ya, sin molestarme en rebuscar frasezuelas, os invito a defenestrar (los precios), denostar (y denoser), dirimir (de Gondor), sisar (un cásico del Póker de Crucigramas), sajar (por un peluco), rehusar (que no reutilizar), raer (conjugue en 1ª persona del singular, es bello), irisar (es lexemático) e inferir por doquier.

Para acabar, en batería y por orden alfabético, agárrense a la silla, diletante, escaleno, panoplia, preternatural, quintal, quinqué y zozobra. Son todas ellas palabras maravillosas que, de no usarse, se perderán como los cyborgs en las puertas de Taunhausen.

Listo. Ya sabéis lo que toca.

5 comentarios:

  1. Berrete (muy utilizada en la meseta castellana) y añusgarse (¡ésta la he oído en un capítulo de los Simpson de la boca de Marge!)
    Por cierto, el corrector me marca como incorrecta berrete.

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  2. Pues yo apoyo 100% a la palabra "alpargata" que siempre me ha encantado y solo he oido de boca de mi difunta abuela.

    Por cierto, troglodita no se esta perdiendo porque yo la uso mucho mucho.

    Sharïan.

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  3. ¿Berrete? ¡Berrete!
    ¿Alpargata? ¡Alpargata!

    ¿Alguien sabe la diferencia entre babucha y pantufla? ¿zurrón y morral? ¿palangana y jofaina?

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  4. Anonimo, alpargata sigue viva gracias a Eugenio.

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  5. Pues yo me quedo con esperpéntico, desatinado y morrocotudo. En catalán me pirro por somiatruites.

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