viernes, 9 de abril de 2010

Empezar por donde sea

A lo largo del devenir de los tiempos, se han descubierto grandes ideas por casualidad. No está mal, siempre los hay con suerte, pero las más grandes ideas han sido fruto de la constancia, el tesón y el esmero, tres virtudes en franca recesión. Lo que es peor, perdemos tanto tiempo en busca de la gran idea que nos dé fama y fortuna que malversamos grandes ideas del día a día, que no dan ni fama ni fortuna pero sí un buen tazón de felicidad. De eso va la vida, de tomarse un gran tazón de felicidad para desayunar y otro para merendar. Si te vas a dormir muy tarde, pero has hecho los deberes, también te puedes tomar otro tazón antes de irte a dormir. Hasta puedes ir a Roma, si sabes qué camino tomar.

Cada año, miles de parejas viajan a Roma, enamorados y contentos porque la Ciudad Eterna, leída al revés, dice amor. Qué bonito. Creedme que a los habitantes de Akak (frontera de Gabón con Guinea Ecuatorial) no sólo no les hace ninguna gracia, sino que además añaden que si Roma fuera realmente la ciudad del amor, se llamaría Amor del derecho y no del revés, como sí ocurre en el condado de Love, Oklahoma.

El peor payaso del mundo quedó último en el concurso de peores payasos del mundo.

El peor payaso del mundo no hace reír a nadie, porque no tiene gracia ni lo que dice ni lo que hace.

El peor payaso del mundo está triste.

Ni lo que dice ni lo que hace tiene gracia porque no hace reír a nadie el peor payaso del mundo.

En el concurso de peores payasos del mundo quedó último el peor payaso del mundo.

En el fondo, lo de las cosas del derecho y del revés no es tan problemático como las paradojas. En especial esas sucias y feas paradojas que nos acosan, insultan y provocan día a día. Que si esto no porque si lo otro menos que si lo de más allá, tampoco y al final ná de ná, y paqué. Si nunca llueve a gusto de todos entonces ¿para qué rediantres llueve?

Llueve porque llueve.

Llueve porque el otoño no tiene memoria.

Llueve porque los alegres no tienen memoria.

Llueve porque los tristes no desean recordar.

Hay dos tipos de espirales: las centrífugas, propias de lavadoras y de temibles atracciones de feria sin piedad; y las centrípetas, que son las provocadas por paradojas. Es difícil no sentirse centripetado por tanta paradoja perra que te inmoviliza, somete y humilla. Nuestro alrededor, tan aparentemente dinámico, subversivo y campeón no es más que una fábrica de paradojas centripetistas. En fin, ya sabéis, que si sí porque sí y que si no porque no. También suena tan poco porque tampoco suena tan bien…

Pero ante todo, seriedad. Hay que ser serios. Sé serio. En serio, selo. Hay que ser muy serio.

2 comentarios:

  1. Me honra sobremanera ser la primera comensal parlanchina de este blog. La verdad es que se está muy a gustito. Me he tomado la libertad de ponerme unos guantes de boxeo. Con ellos, es difícil pelar las gambas.

    Yo decoraría un poco más tu casa, el gato tiene poco que arañar.

    Estaré aquí cada día para tomarme mi tazón de felicidad, por eso.

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  2. Me siento halagadísimo de tu presencia.
    Sé tú y los tuyos, bienvenidos.
    Por lo de la casa, esto es como en los Sims: hasta que no tienes visitas no vale la pena decorar, así que este será un buen momento para empezar.

    Un abrazo.

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